top of page

Volviendo a la ilustración... y a escribir.

Hola a todos. Con esta primera entrada de blog quiero inaugurar este espacio donde, desde hace ya mucho tiempo, quería compartirles mis pensamientos, noticias, burradas, etc., un espacio más ameno para contarles sobre mi vida y trabajo de manera más personal. Si estás aquí, seguramente tengo la fortuna de conocerte, o en su defecto, has leído mis libros y los consideras relativamente buenos. Pues bien, sé bienvenid@ a este espacio donde me dispondré a arrojar palabras contándote de muchas cosas, pero principalmente actualizaciones de mi trabajo literario y los porqués de mi vida tan delirante.


¡Comencemos entonces!


Bueno, como lo dice el título de la entrada, hoy mientras escribo estas palabras, puedo asegurar que estoy regresando a ilustrar, y si, a escribir. Uno podría pensar que un escritor publicado o ilustrador que se jacta de considerarse profesional escribiría todos los días y estaría todo el tiempo bocetando mil cosas, pero en mi triste plano existencial, no es así, o al menos no siempre, mucho menos los últimos dos años. Hoy tengo la fortuna de ver como creadores conocidos la están rompiendo todos los días de manera fenomenal, creciendo como artistas e inspirándome a retomar una senda que hace mucho tiempo dejé de seguir. Sin buscar sonar victimista o tornar esto en un artículo depresivo y melancólico, trataré de compartirles los porqués de este abandono total de mi arte. Si, fue total.


Yo soy una persona que comparte TODO en sus redes. Para los que me siguen podrán dar fe y legalidad de ello como buenos interventores, pero para los más avispados, podrán haber notado que Mike dejó de hacer arte hace mucho. Pues bien, después de escribir Necrópolis 1 allá por 2019, deje de hacer arte, literalmente no volví a pintar una obra completa, no volví a ilustrar más que una ilustración casi por año, dejé de bocetar, dejé de llevar libretas para ello, en fin, dejé de ser yo en ese sentido. El delirante artista que soñaba ser murió después de escribir lo que hasta ahora es mi máxima obra. Razones hay muchas, una serie de situaciones que me llevaron a lugares oscuros donde lo peor estaba a sólo tomar una decisión. Sin arte, sin ilustraciones pendientes, con ideas inconclusas, y con una historia pendiente por continuar, yo ya me había rendido.


A pesar de parecer otra cosa en redes, compartiendo material viejo, o esporádicamente subiendo algo nuevo que había hecho a base un esfuerzo descomunal, cambié la constancia de un artista por la apatía y el sentimiento de fracaso. A mi me cuesta mucho ver lo que he logrado y enorgullecerme de ello, por eso, cuando llegué al punto de no hacer NADA, mi mente se volcó a catalogarse como un fraude que debía despertar del sueño de contar historias por medio de las letras y las ilustraciones, y sentar cabeza a una realidad donde el trabajo godin, la vida adulta, las deudas y otras cuestiones pasaban a ser lo más importante. No les mentiré cuando digo, que hasta hace apenas unos meses, yo vivía en un abismo de ansiedad, depresión, pensamientos intrusivos y tendencias suicidas. Había caído en un agujero que la muerte de mi perrhijo terminó de cavar.


Pero así como su partida me hundió en lo más oscuro del ser humano, también me despertó. A él le hice una promesa, una donde le prometí que por él valdría la pena seguir, y que para ello, para volver a verlo cuando llegase el momento, habría que hacer valer todo este tiempo disponible entre él y yo. Harto de sentirme basura, harto de todo el tiempo pensar en la agobiante vida adulta, harto de dejar a un lado quién era realmente, decidí cambiar, impulsado por una promesa y por una responsabilidad con aquellos que consideran mis historias dignas de ser leídas y de ser continuadas. Podría decir que Timothy, Anthony y Nezy salvaron mi vida, y como pago, tengo el honorable deber de terminar su historia. Dos años de no ser constante me dejaron aterrado de volver a tomar un lápiz y más aún, de retomar las teclas y las palabras para escribir historias. Hoy me maravillo de ver cómo a pesar de todo este tiempo, y con un terror indescriptible mientras comienzo a ilustrar, mi trazo sigue ahí más afilado que nunca, como un soldado que estuvo esperando la orden de volver a la acción todo este tiempo, o más bien, esperando que mi mente volviera a la Zona.


Si bien con la ilustración se ha vuelto más sencillo volver, con la escritura es más complejo. Dicen que lo que bien se aprende jamás se olvida, pero en algo que nunca termina de aprenderse ¡¿qué se hace?! Volver a escribir poco a poco desborda un mundo que había estado esperando el momento en mi cabeza para volver a florecer, pero que aún así, no deja de aterrarme. Lidiar con tus delirios mentales, tu nefasta vida adulta y la frustración de verse bloqueado haciendo lo que más amas no está chido, y muy probablemente no soy el único pasando por esto, pero lo que si se, es que uno puede más que la vida misma. A la vida hay que doblegarla a tu voluntad, de lo contrario te va a llevar a un camino sin rumbo fijo y cuando mires atrás buscando retomar la senda podría ser demasiado tarde.


Hoy me siento orgulloso de mi y de mis pequeñas victorias en esta guerra contra mi mismo, donde afortunadamente, estoy ganando, y prueba de ello son mis ilustraciones, y que finalmente vuelvo a escribir. Para aquellos que ven en Necrópolis y sus personajes algo que vale la pena esperar, les agradezco y al mismo tiempo les pido perdón por la demora. Mike estaba en el Abismo, pero al igual que Necrull, encontré la forma de escapar de ese lugar ruin, listo para contarles, entre otras cosas, cómo logró escapar el hechicero oscuro de las garras de Cryptos. La historia de Tim, Anthony y Nezy va a continuar, y estos meses estaré trabajando en ello, así que no se desesperen conmigo, les prometo actualizaciones por aquí, ilustraciones, datos, y tal vez un adelante (o no). En resumen, necesitaba contar esto, desahogarme con ustedes con algo tan importante como lo ha sido este periodo en mi vida que finalmente parece desvanecerse poco a poco.


Gracias por leerme y seguir aquí.

Les quiero.



MAG


Comentários


bottom of page